MIRIAM MONICA QUISPE LINO

Agente Informadora de Salud. Programa MIAS 2021

ARTÍCULO DE OPINIÓN

05/07/2021

Hola soy Mónica, llevo viviendo con este trastorno desde temprana edad ¿qué es la depresión? Encontrarás miles de definiciones, antiguamente no tenía ese nombre, se conocía como melancolía o tristeza, en los tiempos modernos es depresión.

Yo cuento la mía, desde mi propia experiencia. Desde pequeña solía suspirar mucho, no me sentía feliz, era poco expresiva en el rostro, no sabía cómo reaccionar ante situaciones, la autoestima estaba aniquilada, tenía miedo (por ejemplo, a verme en el espejo), quería estar a oscuras en la cama, descuidas el aspecto físico, la inseguridad predomina, los deseos de morir siempre estaban ahí. En ocasiones buscas lastimarte con objetos, para encontrar alivio, en tu mente te rodea la negatividad, la idea de desaparecer, dejar de sufrir, son muchos los factores que hacen que esto sea el resultado.

La sociedad suele estigmatizarte, no te entienden, no eres referencia, se mofan, no hay el respeto a esta enfermedad mental, sueles tener relaciones tóxicas y muchas personas no detectan tener esta enfermedad.

Yo, en mi adolescencia, pedí ayuda, acudí al centro de salud y le conté a mi doctora de cabecera. Primero me derivó al psicólogo, luego al psiquiatra, ellos comenzaron con su faena, el diagnóstico: un “trastorno depresivo”, me enviaron medicación, antidepresivos, los cuales aunque te ayudan a estar mejor, por otra parte traen sus contras, pierdes memoria, por ejemplo, te cuesta leer un libro, tienes que releerlo dos o más veces, sueles confundirte, algunos recuerdos se disipan, los que te marcaron no, esos los llevas contigo toda la vida; para afrontar esta enfermedad tuve la suerte del apoyo de una terapeuta; esto me ha servido para llevar mi vida cotidiana, aunque hay días grises, de colores, neutros, pero aprendes cómo gestionarlos, tienes herramientas, y lo mejor de todo, es que yo logré aceptarme, quererme muchísimo, y aceptar que tengo una enfermedad y vivir con ella con mucha dignidad; aunque no les quiero mentir, ha habido veces que he recaído, por circunstancias de la vida misma, entonces suelo siempre trabajar más en mis fallos, trato de tener una  actitud positiva de formarme sobre temas de hábitos salud, que siempre van innovando, organizarme tareas diarias, retos o metas a corto plazo que pueda ir cumpliendo, por ejemplo hacer un postre.

¡Todo pasa! Nada dura para siempre, el dolor es algo inevitable, el mundo te romperá de mil formas el corazón, pero siempre pasa… no lo olvides. La felicidad radica, ante todo, en la salud. 

Desde mi experiencia personal, este trastorno perjudica lo físico y lo mental y también a tu entorno (hijos, pareja) de manera directa e indirecta. Contar con apoyo terapéutico me ha ayudado a llevar esta enfermedad y vivir con ella y lograr tener una vida más saludable.

El curso de MIAS me ha servido para estar en contacto social, para crear una hábito de trabajo, de responsabilidad y estar activa. Además me ha enseñado a conocer y profundizar en la salud de las mujeres y aprender de la experiencia de otras mujeres. He descubierto los beneficios de la relajación y la meditación y aprender a estar conmigo misma en el aquí y el ahora.

Para abrir nuevos caminos, hay que inventar, experimentar, crecer, correr riesgos, romper las reglas, equivocarse…. y divertirse.

Bibliografía

Butler, D. y Moseley L. (2016). Explicando el dolor. Noigroup Publications

Hay, L. (1991). Usted puede sanar su vida. Editorial Books 4 Pocket.

La biblia,  Lamento de Jeremías. Rojas Estape, M. (2018). Como hacer que te pasen cosas buenas. Editorial Espasa

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